El Mundo en tus manos.
Si quieres realmente saber qué es importante para ti en la vida no tienes más que hacerte esta pregunta: "¿Qué haría y qué no si el fin del Mundo llegara en unos días?". Son tus respuestas las que pondrán el Mundo en tus manos.
Aquí y ahora te digo que muchas de las cosas que has creído que tenían importancia para ti… no la tienen pero no sabes aún que no la tienen.
Y que aquello que se te antojaba nimio hasta ahora, o que simplemente has ignorado, es lo que verdaderamente hace que tus ojos brillen de emoción.
Es por ello que conocerte, explorarte es fundamental para poder encontrar una estabilidad emocional y para construir la vida que deseas. Si no sabes qué quieres, si no sabes qué es importante para ti, no hay elementos para trazar un plan. No hay ningún objetivo que alcanzar, no hay meta a la que llegar. Y qué mejor manera de saberlo que viéndote en una situación tan extrema como en la que la llegada del fin del Mundo te colocaría.
Imagina que mientras te preparas el desayuno escuchas en la radio que un meteorito colisionará con el planeta Tierra en exactamente dos semanas, sin dejar esperanza alguna de supervivencia. Imagina que realmente sólo tienes dos semanas por delante.
En ese mismo momento tienes la opción de reconsiderar toda actividad que te hallabas dispuesto a llevar a cabo en los próximos días.
Si verdaderamente sólo tuvieras dos semanas de vida no creo que me equivoque si te digo que harías al menos una de estas cosas, si no muchas:
- Mandarías al carajo tu trabajo. ¿Por qué? Porque no te gusta y con tres semanas por delante no estás para perder el tiempo.
- Llamarías por teléfono a tu abuela, a tu madre, a tu padre, a tu tía… y les dirías cuánto te importan.
- Te vestirías de cualquier manera porque estás harto/a de arreglarte o te arreglarías como nunca porque siempre te quejas de que no lo haces lo suficiente.
- Te comprarías un billete de avión para hacer ese viaje que siempre has querido hacer y para el que has encontrado mil excusas que han impedido que lo hagas.
- Harías parapente, montarías a caballo, te bañarías desnudo/a en el mar.
- Te teñirías el pelo de azul y te harías un tatuaje.
- Mandarías al cuerno a todo aquel a quien no te has atrevido a alejar de tu vida hasta ahora.
- Te atreverías a decirle que le quieres. Que la quieres. Que quieres pasar esas tres semanas con él, con ella.
- A tomar por saco la dieta, te comprarías todos los pasteles que hay en un kilómetro a la redonda.
- Le dirías “no” a todo aquel al que quieres decírselo.
- Dejarías de discutir por tonterías y de querer tener razón a toda costa.
- Abandonarías el impulso de querer controlarlo todo, porque más descontrol que el que podría provocar el fin del Mundo no creo que encuentres.
Resumiendo, te escucharías por una vez y te quedarías únicamente con aquello que te importa, dejando de lado todo aquello que no. Te atreverías a todo lo que no te atreves hoy. Celebrarías por todo lo alto la vida que tienes y aprovecharías al máximo tus posibilidades.
Con la inminente llegada del fin del Mundo te quitarías todas las cadenas que tú mismo te has colocado y a las que te has acostumbrado de tal manera que has llegado a creerte que no puedes liberarte de ellas. Has llegado a creer que tú sólo puedes ser tú+las cadenas.
El otro día vi una película con Steve Carell y Keira Knightley, "Buscando un amigo para el fin del Mundo", en la que supuestamente un asteroide amenaza a la Tierra con lo que será el fin de la humanidad. Ambos protagonistas se enamoran de manera intensa y rápida. No tienen tiempo para andarse con miramientos y deciden vivir sin filtros y con gran honestidad su corta pero verdadera historia de amor. ¿Su capacidad de entrega hubiera sido la misma si hubieran creído que tienen una larga vida por delante?
En la película American Beauty, el personaje interpretado por Kevin Spacey, Lester Burnham, se da cuenta de que no necesita la llegada del apocalipsis para escucharse y empezar a vivir la vida que desea tener. En un momento dado dice “basta” y decide ser quien es. Y ahí lo tienes, más contento que unas castañuelas dejando su trabajo como ejecutivo de publicidad para trabajar en un fast food y hacer lo que le da la real gana.
Pues la verdad es que no sabes si te quedan tres semanas de vida o cincuenta años más.
Puedes hacer que tu vida cuente y que un día puedas mirar atrás y puedas decir como Pablo Neruda, “confieso que he vivido”. O por el contrario puedes continuar ignorando tus verdaderas necesidades y decir en ese tramo final de tu existencia: “ojalá hubiera hecho, ojalá hubiera dicho”.
Recuerda también que siempre puedes contactarme si necesitas que te ayude con la fascinante tarea de mejorar tu vida. Para más información puedes consultar mi web www.lorenapiorno-coaching.com